domingo, 25 de febrero de 2018

El coste del poder


Hace muchísimo tiempo, cuando aún en el planeta Marte era habitable, y estaba llena de vida, se cuenta que había una espada que se encontraba maldita por un conjuro. A aquel que osara cogerla, le caería una terrible maldición. El origen de esta espada no se conoce muy bien, pero se cree que perteneció al Rey Exánime, el cual tenia un ejército de no-muertos, puesto que este podía revivir los cadáveres putrefactos de sus enemigos (cualquier ser vivo) y reclutarlos para su bando. Todo aquel que blandiera esta espada, sería poseído por el espíritu del Rey Exánime.

Arthas era un príncipe de unos de los reinos de Marte. Este joven paladín en mitad de una batalla que libraba contra los demonios, vio cómo su ejercito caía fácilmente. Ante el descalabro sufrido, uno de sus capitanes le contó la leyenda de una poderosa espada. Arthas con un reducido grupo de caballeros marchó en busca de ella, con la excusa de poder salvar a su pueblo de la oscuridad, pues este, lo único que quería era el poder que le otorgaría la espada. Y daría cualquier cosa por conseguirlo. Sin embargo, lo que no supo era que la espada estaba maldita.

Tras duros enfrentamientos contra los guardianes de esa espada, llegaron ante ella, la cual se encontraba suspendida en el aire sobre un pedestal, con un grabado que decía así: ``Si la espada quieres blandir, un duro precio tendrás que sufrir´´. Al leer la inscripción, Arthas no dudó ni un instante en cogerla. Su afán de poder le superaba. Mientras uno de sus nobles caballeros le gritaba: ``No la toques, está maldita´´. La espada le concedió la victoria a un duro precio, pues esta le fue corrompiendo poco a poco, hasta convertirlo en el nuevo Rey Exánime.

Muchos personajes que pretenden liberar al pueblo de la opresión terminan reprimiéndolo al alcanzar el poder, ya que al utilizar métodos o leyes de dudosa justificación acaban sustituyendo al anterior opresor.